Mucho se ha dicho y escrito en todo el mundo durante siglos sobre temas de programación mental para el éxito, pero todavía la mayoría de las personas siguen cometiendo errores, practicando los mismos paradigmas y se rehúsan a cambiar de mentalidad. Programa tu mente para triunfar a través de estos consejos
En el taller “Programando tu Mente para Triunfar” Alex Kei comparte las estrategias que intervienen en el desarrollo de una mentalidad de éxito y que ahora, los asistentes a este evento, están listos para aprender y poner en práctica para ellos mismos.
El mundo del crecimiento personal, con algunas excepciones, está lleno de mitos, motivación superflua, falacias y técnicas que, en la práctica, no sirven de nada. Esto ha hecho que muchos haters se dediquen a criticar este tema sin parar.
Sin embargo, esto no fue impedimento para crear este taller con el que las personas reprogramarán su mente para el logro de metas. Todo parte de un principio: la mente y la calidad de los pensamientos que se tienen a diario.
El autor del taller, Alex Kei, ha sido un constante consumidor de este tipo de contenido y ha probado casi todo lo que se ha escrito; esto le ha permitido tener la experiencia necesaria para filtrar de primera mano lo que realmente funciona y descartar las tonterías que algunos recomiendan.
Se trata de falacias que no funcionan y que, por el contrario, seguirán conduciendo por el camino del estancamiento y el fracaso a todas las personas que las ponen en práctica. En este programa, no se les enseñará a los asistentes a repetir como loros todo lo que deben hacer, en su lugar, se les darán las herramientas necesarias para que ellos mismos aprendan reprogramar su mente hacia el éxito.
Tabla de contenidos
Programando tu mente para triunfar
Alex Kei es una persona sumamente crítica, analítica y escéptica, por lo que todos los métodos que se comparten en el taller son técnicas, ejercicios y principios que realmente funcionan y que él mismo ha implementado a lo largo de su vida con gran éxito.
“Mi vida ha mejorado desde que puse en práctica todos los fundamentos que te mostraré en este taller. Si al igual que yo, eres un consumidor frecuente de contenidos de crecimiento y motivación personal, dudo mucho que encuentres algo nuevo en este evento, pero si encontrarás lo que, por experiencia propia, sé que funciona”, Alex Kei.
Hay dos clases de personas, las que saben que podrían ser mejores, más productivas o mejorar algunos problemas que tienen en su personalidad, y las que se niegan a mejorar aun cuando saben que deben hacerlo.
Alguien que desee cambiar su vida para bien y programar su mente para el éxito se encuentra en el primer bando. Pero no todo queda ahí, a pesar de ello, muchas personas son reacias a aceptar que necesitan ayuda, pero si dan este primer paso de responder a qué bando pertenecen, ya es una posible señal de que se encuentran comprometidas con su progreso, cambio y con el proceso de mejorar esos detalles que, sin lugar a dudas, la mayoría tiene en su mente.
Estos detalles impiden que las cosas fluyan en la dirección correcta y hacen que las personas se encuentren estancadas, o incluso retrocediendo. Aquellos que deseen superarse deben trabajar y comprender esto en primer lugar.
La mentalidad es un concepto muy amplio, subjetivo, basto, abstracto y, al mismo tiempo, sumamente importante, que se le debería dedicar más tiempo para reflexionarlo, entenderlo y usarlo para la obtención de resultados positivos.
Algunos de esos aspectos a reflexionar son:
· ¿Qué es realmente la mentalidad?
· ¿De qué forma afecta lo que se desea conseguir?
· ¿Cómo usar el poder de la mentalidad para tener éxito en todo lo que se propone?
Hay muchos expertos, autores, psicólogos y hasta científicos que hablan de ella, pero en realidad ninguno logra que se comprenda como debe ser. Lo cierto es que es más simple de lo que se cree, pero requiere de mucho empeño y trabajo.
Las personas no se analizan lo suficiente y no ven de qué forma su propia mentalidad es coherente con aquello que desean, y es ahí donde deben comenzar a entenderla, aceptar que de ella depende lograr todo lo que se propongan.
En el siguiente ejemplo se demuestra este principio: dos personas diferentes deciden llevar a cabo un mismo proyecto, con las mismas condiciones, la misma disposición, las mismas habilidades, dificultades, en fin, con igualdad de oportunidades para llevarlo a cabo con éxito.
Transcurren varios meses y una de ellas lo concluye de manera exitosa y la otra no. ¿Qué sucedió si ambas tenían las mismas oportunidades? ¿Por qué una tuvo éxito y la otra fracasó? Era el mismo proyecto en igualdad de condiciones, pero una consigue triunfar y la otra fracasar.
La respuesta es sencilla, no es que una ha tenido suerte o que alguien con experiencia e influencia la ha ayudado. Sucedió que, en gran medida, lo que determinó el éxito de una y el fracaso de la otra fue su mentalidad, la calidad de sus pensamientos, la manera en que enfrentaban los obstáculos, el cómo tomaban decisiones y el tipo de acción que llevaron a cabo basándose en sus creencias, preconceptos y recuerdos del pasado.
La mentalidad es la que gobierna las acciones y las acciones definen los resultados.
Todo parte de este principio y hasta que no se comprenda, nadie podrá salir de su zona de confort y arriesgarse a empezar a caminar por su propio camino de éxito. Cada persona debe hacer con cierta frecuencia un análisis profundo sobre sus pensamientos para ir trabajando sobre aquellos aspectos que debe mejorar si desea tener buenos resultados.
La mentalidad comprende un conjunto de normas, creencias y sistemas de pensamiento que hacen percibir situaciones de cierta forma y tomar decisiones que indefectiblemente llevarán a algún destino, sea el deseado o el que se evita. Por eso es importante que constantemente se revisen y evalúen las creencias y percepciones.
Por ejemplo, quizá exista alguien que, aunque nació y creció en un entorno con abundantes recursos hoy en día es una persona tacaña, cerrada y sin intención de compartir nada con nadie.
Pero también, es posible encontrar a alguien que, aunque nació y creció en un entorno con muy pocos recursos, sea una persona muy generosa, abierta y dispuesta a compartir todo lo que tiene con conocidos y desconocidos.
Esto es porque dejando a un lado temas religiosos o místicos y la educación o el ejemplo que ambas personas hayan recibido durante su infancia, este tipo de comportamiento se debe a una mentalidad de escasez, como lo fue en el primer caso, y a una mentalidad de abundancia, como en el segundo.
Por supuesto, también existen personas que nacieron y crecieron con muchos recursos y son sumamente generosos y personas que nacieron y crecieron en un ambiente de pocos recursos y son tacañas y egoístas, lo cierto es que en ambos casos tuvo mucho que ver la mentalidad y la calidad de los pensamientos que estas personas tuvieron.
Uno de los primeros en utilizar el término “mentalidad de abundancia” fue el autor Stephen Covey en su libro “7 hábitos de la gente altamente efectiva”, en donde resaltó la importancia de cómo una buena mentalidad podía afectar las vidas positivamente.
Volviendo al tema inicial, la diferencia entre ambos tipos de mentalidad es la siguiente:
Mentalidad de escasez
Abundan frases como:
· No hay suficiente para todos
· Hay pocos recursos
· Solo algunos ganan
· Otros obligatoriamente tienen que perder
· Si comparto, tendré menos para mí
· Si me abro, me arriesgo a que me quiten lo que es mío
· Si pierdo algo, me costará mucho volver a recuperarlo
· Prefiero no arriesgarme a perder, aunque se me presente una oportunidad que me podría traer muy buenas recompensas
· Si decido invertir en algo, me debe traer beneficios considerablemente superiores a lo que invertí en el menos tiempo posible, porque si no, no vale la pena
· Prefiero ganar poco antes que tener que esforzarme demasiado
· Etc, etc, etc.
Mentalidad de abundancia
Se fundamenta en frases tipo:
· Hay más que suficiente para todos y muchos recursos disponibles
· Todo el que se esmere en conseguir lo que quiere, podrá disfrutar de las mejores cosas de la vida
· Muchos pueden ganar y el triunfo de algunos no necesariamente ocasiona la derrota de otros
· Si comparto, ayudo de alguna manera a otra persona y esa persona u otra, compartirá algo conmigo
· Si me abro, haré muy buenos amigos y al mismo tiempo sabré quiénes no son mis verdaderos amigos
· Si pierdo algo, es solo cuestión de tiempo para volver a recuperarlo o conseguir algo mejor
· El que no arriesga, nunca gana
· Invierto en mi futuro, aunque el beneficio no lo vea de inmediato
· Estoy dispuesto a esforzarme lo que sea necesario para ganar lo que quiero y lo que merezco
Es posible programar la mente para triunfar
No es culpa de nadie nacer pobre, envejecer y morir pobre, está comprobado que es 100% la responsabilidad de cada quien. Hay personas que tienen más de 65 años y han sido siempre pobres, han tenido toda una vida para crear riquezas o mínimo estabilidad financiera pero no lo hicieron, simplemente no hicieron absolutamente nada, pero lo más triste es que muchos de ellos si han pasado toda su vida trabajando duro, pero con la mentalidad errada, las decisiones erradas, las acciones erradas y, por ende, ¡obtuvieron resultados errados!
Aquellos que se encuentren en sus 30 años, están en su momento de gloria para aprender, prepararse y volverse multimillonarios. Aquellos que están entre los 30 y 40 años, se encuentran en una buena época para aprender e ir adquiriendo mucha experiencia para volverse rico.
¿Pero qué pasa con las personas que van en sus 40 o 50 años? Tienen la experiencia suficiente para mezclarla con nuevas formas de ver la vida, nuevas acciones y con la adquisición de nuevas habilidades que les permitirán crear riqueza y vivir en abundancia.
Pero si hay alguien que tiene 50 años o más y cree que es tarde, pues “tarde” es un concepto creado por alguien que desee morir pobre y se considera demasiado “mayor” para reprogramar su mentalidad, adquirir nuevas habilidades y pisar el acelerador para alcanzar el éxito a como dé lugar.
Tener 50 años o más y pensar que se está en la recta final, es tener mentalidad de escasez. Por el contrario, se trata de una etapa en la que por lo menos podrían quedar unos 30 años más para tomar la decisión de triunfar. Hay muchísimos casos de personas que triunfaron después de los 60, solo basta con investigar un poco y encontrar ejemplos.
Todo se puede aprender
Es cierto que algunas personas nacen con cierta facilidad para algunas cosas mientras que otros, nacen con una extraordinaria habilidad para otras. Esto es algo que se llama “talento natural”, sin embargo, se debe aceptar que, casi todo, se puede aprender y desarrollar.
Las personas triunfadoras poseen una serie de habilidades que en su mayoría fueron adquiridas, no nacieron con ellas. El propósito y determinación que cada persona tenga hará que se entrene en áreas con limitaciones y debilidades. La clave es el mindset: la manera en que cada quién ve y cómo interpreta lo que tiene ante sus ojos.
El taller presencial “Programando tu Mente Para Triunfar” se ha creado para hablar con profundidad de este tema y enseñar a los asistentes a usar su mente para conseguir el éxito. Durante este fin de semana aprenderán a desarrollar habilidades mentales que les permitirán alcanzar muchas de sus metas.
Programa tu mente para Triunfar. Con Alex Kei.
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