3 consejos para lidiar con la presión social

Imagen de pixabay.com

¡Ay! la presión social… cada vez es más fuerte, intensa y agobiante (al menos, para algunos)

Formar parte de un grupo de personas, ya sean colegas, compañeros o amigos, es un aspecto intrínseco de la vida humana… y a veces suele ser algo realmente abrumador.

Desde que nacemos, integramos una colectividad llamada “familia” que poco a poco va evolucionando hasta convertirse en una entidad complejísima: la sociedad. Por ello, podemos afirmar que nuestra existencia es mucho más “social” de lo que llegamos a pensar en un momento dado, un hecho que modela nuestro comportamiento de formas insospechadas.

A medida que va agrandándose nuestro entorno, mayores son los desafíos que éste nos impone. Uno de ellos es la presión social (también llamada «presión de los pares»), definida como el nivel de influencia que los otros miembros de un grupo formal (como una empresa) o informal (por ejemplo, el que se establece entre jóvenes por una relación de amistad) ejercen sobre un individuo hasta el punto de hacerlo cambiar tanto sus actitudes como sus decisiones.

El conflicto entre el conformismo y la identidad propia

En ocasiones, esa tendencia a la conformidad puede ocurrir sin que el grupo ejerza una influencia particular, pues basta con que sea la propia persona la que se acerque al grupo, conozca la posición o ideología de éste respecto a determinados asuntos y haga patente su deseo de estar de acuerdo con él.

Además, la presión por conformarse es ejercida típicamente por aquellos que poseen el mismo estatus social que el individuo, como los compañeros de trabajo en una misma división de la empresa o los miembros de un club exclusivo.

¿Por qué ocurre esto? La psicología social plantea que la raíz del conformismo comprende desde la aceptación de las pautas culturales que rodean a los sujetos (como un mecanismo de adaptación y defensa) hasta la búsqueda de la aprobación.

No obstante, la presión social trae como consecuencia que los individuos que se conforman adoptan una conducta similar, si no idéntica, a la fuente de influencia. Por lo tanto, cabe preguntarse cómo lidiar con esa ineludible realidad, a causa de la cual parecemos estar sometidos constantemente al juicio de otros por seguir tal o cual ejemplo de pautas sociales.

¿Cómo evitar las consecuencias nefastas de la presión social?

He aquí tres recomendaciones para eliminar el agobio frente a las influencias sociales externas:

1.- Ábrete a desarrollar tus habilidades sociales: es necesario contar con las herramientas internas apropiadas para saber expresar las opiniones o puntos de vista propios y entablar con otros un diálogo armonioso, gracias al cual, cada persona pueda encontrar en los demás una verdadera fuente de aprendizaje o apoyo.

Por lo tanto, aprende a comunicarte en los distintos escenarios que componen tu día a día y con los individuos según sus propias circunstancias. En caso de que haya malentendidos, lo mejor será comunicarse proactivamente y a tiempo con los otros para aclarar el problema —antes de que la situación empeore—.

2.- Batalla contra la baja autoestima: la autoestima consiste en nuestras creencias, percepciones, evaluaciones y pensamientos acerca de nosotros mismos; es decir, la autovaloración que realizamos a partir de nuestras experiencias.

Dado que se trata de nuestra voz interior, será esencial que te enfoques en los aspectos de tu persona que más te atraen para que tengas presentes no sólo los pensamientos críticos y negativos, sino también aquellos que pueden alentarte a seguir adelante. Una autoestima más alta equivale a un escudo contra la presión que nuestros pares pretendan aplicarnos.

3.- Incúlcate valores: siempre se ha dicho que inculcar valores resulta esencial en la educación de los más jóvenes para que aprendan desde el principio cómo conducirse en el mundo. Sin embargo, ¿por qué debemos asumir que los valores no tienen cabida una vez que hemos superado esas etapas? Todo lo contrario.

Siempre hay que tener en cuenta que existirán valores por los que debemos regirnos en sociedad. Conocerlos nos permitirá dar con una vida provista de valores sólidos, rasgos que nos harán inmunes a cualquier clase de manipulación social.

En resumen, el desarrollo de tus habilidades sociales, la lucha contra la baja autoestima y el cultivo propio de valores deben conducirte a generar en ti suficiente autorrespeto y autoconsciencia para volverte inmune a cualquier muestra de presión social que pretenda perturbar tu bienestar mental.

¡Aprende a valorarte y no te dominarán!

Fuentes: psicoglobalia.com, prezi.com, eltiempo.com, scout.es

Pinea esta imagen en Pinterest!





Deja tu comentario



Real Time Web Analytics