Al igual que un estudiante que necesita prepararse para sus exámenes o una persona mayor que necesita preservar y mejorar su memoria a medida que envejece, es importante que todos desarrollemos nuestra memoria y nos mantengamos mentalmente alertas.
Y esto no es solo por un tema de salud o por mantener la vitalidad del cerebro, sino porque puede elevar significativamente tu capacidad para recordar todo aquello que aprendes, sea a través de conferencias, cursos, seminarios, libros y tantas otras formas.
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Precisamente para desarrollar la capacidad de aprendizaje y de memoria, el cerebro tiene un gran poder natural de adaptación, el cual es conocido como neuroplasticidad. Este poder permite incrementar tanto las capacidades cognitivas, como las de aprender información nueva e, incluso, mejorar la memoria a cualquier edad.
Para aprovechar ese poder natural que tiene tu cerebro para remodelarse y así mejorar tu memoria y tu capacidad para aprender información nueva, a continuación te dejamos 5 tips que puedes implementar desde ya:
1.- Entrena tu cerebro: cuando ya has alcanzado la edad adulta, tu cerebro ha logrado crear millones de vías neuronales para resolver un sinfín de actividades repetitivas, desde cómo bañarte, abrir una puerta o manejar tu vehículo, hasta cómo resolver un problema familiar o cómo comportarte ante un cliente o en una reunión de negocio.
Sin embargo, estas actividades cotidianas y repetitivas no suelen ser estimulantes o retadoras para tu cerebro, por lo tanto, no favorecen su desarrollo y su crecimiento. Recuerda que al igual que un músculo, este órgano también debe ser usado, para que no se deteriore y pueda procesar y recordar mejor la información.
Algunas de las claves que puedes seguir para estimular, activar y desarrollar tu cerebro, son éstas:
- Aprende sobre algo que te resulte desconocido o que este fuera de tu zona de confort.
- Intenta que sea algo desafiante y que te exija mayor esfuerzo mental.
- Busca actividades que comiencen por un nivel fácil y que se vayan haciendo cada vez más complejas y, por último;
- Elige actividades que sean agradables y gratificantes, como aprender un nuevo juego o un nuevo idioma.
2.- No descuides el ejercicio físico: además de entrenar tu mente, es importante también que mantengas una rutina de ejercicio físico. De esa forma no solo mantienes tu cerebro con oxígeno y alerta, sino además reduces el riesgo de trastornos que pueden afectarlo y conducir a la pérdida de memoria, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Adicionalmente, la actividad física favorece la acción de químicos útiles para el cerebro y contribuye a la reducción del estrés, aunado a los beneficios que aporta para el crecimiento del cerebro (neuroplasticidad) y para estimular nuevas conexiones neuronales.
Entre los ejercicios que puedes practicar a diario para mantener tu cerebro y tu mente sana, están: ejercicios aeróbicos o aquellos que permitan bombear sangre a tu cerebro, ejercicios matutinos antes de empezar tu día, ejercicios que requieran de la coordinación de manos y vista o de habilidades motoras complejas y, por último, caminatas cortas o algunos saltos para superar la fatiga mental.
3.- Respeta el tiempo de sueño: según investigaciones, para más de 95% de los adultos son necesarias entre 7,5 y 9 horas de sueño cada noche para evitar comprometer funciones del cerebro como la creatividad, la memoria y las habilidades tanto para resolver problemas como para el pensamiento crítico.
Durante la etapa más profunda del sueño, es también cuando se desarrolla el proceso de consolidación de la memoria, una actividad que es clave para mejorar esta función mental. De allí la importancia de respetar tu tiempo de sueño y, para ello, puedes poner en práctica estos consejos:
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- Procura acostarte y levantarte todos los días a la misma hora, incluso los fines de semana y días festivos.
- Evita la exposición a pantallas de tablets, teléfonos, computadoras, etc.., al menos una hora antes de acostarte. La luz azul que emiten esos dispositivos suprime la melatonina, que es la hormona que produce somnolencia.
- Reduce o elimina el consumo de cafeína. Incluso si ingieres café por la mañana, algunos estudios han determinado que esto puede interferir tu sueño en la noche.
4.- Ríete con frecuencia: dicen que la risa es la mejor medicina para el cuerpo, sin embargo, esto también aplica para el cerebro y la memoria. Cuando te ríes, esta acción afecta de manera positiva a múltiples regiones en todo el cerebro.
Según el psicólogo Daniel Goleman, en su libro Inteligencia Emocional, “la risa … parece ayudar a las personas a pensar de manera más amplia y asociarse con mayor libertad”.
Para atraer la risa, te recomendamos seguir algunos de las siguientes recomendaciones:
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- Ríete de ti mismo, por ejemplo, mientras piensas en esos momentos en que te tomaste algo demasiado en serio o recordando alguna situación embarazosa.
- Cuando escuches una risa, búscala e intenta participar. A las persona les gusta compartir algo divertido, porque les da la oportunidad de reírse nuevamente de eso y tú puedes aprovechar para alimentarte de ese buen humor.
- Pasa más tiempo con gente alegre y divertida. Las personas con buen humor suelen reírse de sí mismas, de los absurdos de la vida y de cualquier hecho cotidiano, así que no tardarás en contagiarte de su risa.
- Rodéate de mensajes, recordatorios y fotos divertidas o que te recuerden un momento alegre. Por ejemplo, un salvapantallas divertido en tu computadora o una foto para la oficina en la que salgas divirtiéndote con tu familia.
- Presta atención a lo que hacen los niños y trata de imitarlos. Ellos son expertos jugando, riéndose y tomándose la vida con alegría.
5.- Mantén el estrés bajo control: no debes olvidar que este es uno de los peores enemigos del cerebro. Según investigaciones, el estrés crónico puede destruir las células del cerebro e, incluso, puede dañar el hipocampo o la región del cerebro donde se crean los nuevos recuerdos y se recuperan los viejos
Además, el estrés ha sido vinculado con la pérdida de memoria. Así que para evitar sus efectos nocivos, puedes seguir los siguientes consejos:
- Establece metas y expectativas realistas en todo lo que te propongas hacer. Y aprende a decir que no.
- Expresa tus sentimientos, no los acumules.
- Toma descansos durante el día.
- Equilibra tu tiempo de trabajo y tu tiempo libre.
- Concéntrate en una tarea a la vez y evita las tareas múltiples.
Como ves, son prácticas muy simples las que debes seguir para mantener tu cerebro y tu memoria sanos y en óptimo estado. Puedes comenzar por la que llame más tu atención, pero siempre ten en cuenta que lo importante es practicar estas sugerencias con disciplina y constancia, para que puedas comprobar realmente sus beneficios.
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