Empleado por Cleopatra en Egipto, el pepino siempre ha figurado en la lista de los alimentos que se usan con frecuencia en tratamientos de belleza gracias a sus múltiples beneficios. Una taza de pepino crudo, con todo y concha, contiene calcio, fósforo, sodio, potasio, vitamina A y C, magnesio y una cantidad considerable de agua destilada.
Como si eso fuera poco, el pepino también contiene boro, cloro y vitaminas del complejo B como tiamina, riboflavina y niacina. Por eso hoy aprenderás algunas maneras de aprovechar al máximo los nutrientes del pepino, a través del material audiovisual que se encuentra al final del texto.
1. Ataca el ácido úrico. El exceso de este elemento puede causar varias enfermedades y para prevenirlas basta que te tomes este jugo. Necesitas dos tazas de pepino picado, un tallo de apio picado, media cucharadita de jengibre y el jugo de un limón. Repite esta operación dos veces al día por una semana.
2. Contra la acidez. Si padeces de acidez sabes lo incómodo que puede llegar a ser. Pero de seguro no sabías que el pepino puede ser tu aliado para curar la acidez. Toma un pepino fresco y córtalo en rodajas. Toma un par de ellas y cómelas cada dos horas, sus nutrientes y frescura te ayudarán a sanar las heridas de tu estómago.
3. Para esos kilos de más. Por su alto nivel de agua, el pepino es un diurético por excelencia. Toma dos pepinos medianos y córtalos en rodajas. Colócalos en una jarra y agrega agua. Deja reposar toda la noche y al día siguiente, consume ese líquido en ayunas. Verás cómo aumenta las veces que vas al baño para eliminar el exceso de líquido que tu cuerpo tenga retenido.
Ten presente que el consumo de pepino, bien sea como bebida o como alimento, no se encuentra recomendado para personas que tengan inconvenientes de indigestión o estomacales pues el alto contenido de fibra de los pepinos, tiende a acelerar los procesos digestivos.
Fuente: Diana Cifuentes
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