Los tonos binaurales son considerados por muchos como una ilusión auditiva que hace que la mente entre en una especie de trance, al tiempo que sincroniza las ondas cerebrales y modifica el estado de ánimo.
Son un campo de estudio amplio y según la ciencia, de múltiples aplicaciones prácticas para la actividad cognitiva del ser humano.
Actualmente, no solo la psicología utiliza los tonos binaurales como forma de terapia auditiva, sino que también se han extraído ondas agrupadas en cientos de playlists en plataformas como Spotify y YouTube y que muchas personas utilizan como sonido para propiciar la concentración, estimular la creatividad, aumentar el enfoque, etc.
Conoce qué son exactamente los tonos binaurales, cómo funcionan, las distintas frecuencias, sus efectos sobre el cerebro humano y sobre todo, sus múltiples beneficios:
Tabla de contenidos
¿Qué son los tonos binaurales?
El término “binaural” hace referencia específicamente a “escuchar con dos oídos”. Este fenómeno científico que el psicólogo y filósofo Carl Stumpf comenzó a distinguir en 1916 y al que designó “escucha dicótica” fue tan solo el inicio de un campo cuya teoría finalmente fue aceptada en 1973.
Nuestros oídos no perciben los sonidos de igual manera. De hecho, la frecuencia varía entre el lado derecho y el izquierdo y es justamente esa diferencia que solo percibe nuestro cerebro, la que se conoce como tonos binaurales.
Siempre inferiores a 1000 hercios (Hz), los tonos binaurales son frecuencias leves pero poderosas que emiten un latido armónico que nuestro cerebro detecta y utiliza de distintas formas bien sea para aumentar la actividad neuronal o para relajarla.
Por ejemplo, nuestro oído izquierdo puede registrar un sonido de 640 Hz y a su vez el oído derecho lo percibe a 620 Hz, a través de auriculares la mayoría de las veces, y en este caso el tono binaural sería esa diferencia de tan solo 20 Hz.
Fue durante el año de 1839, que el científico Heinrich Wilhelm Dove, dio a conocer los tonos binaurales y su influencia en las ondas cerebrales. Estos sin embargo, no fueron aceptados como teoría sino hasta 1973, mismo año en el que después de varios intentos para comprobarla, finalmente otro científico de nombre Gerald Oster decidió publicar un artículo avalado por varias prominentes instituciones médicas con el título “Latidos auditivos en el cerebro”.
Este ensayo trató a profundidad el tema del desarrollo cognitivo en relación con los sonidos percibidos por el oído y cómo las diferencias y divisiones entre estos, eran asimiladas por el cerebro.
Pero quizá lo que convenció a la comunidad científica y especial al campo de la neurofisiología, fueron las pruebas clínicas y de laboratorio en los que Oster basó su investigación.
A partir de esta década, el estudio de los tonos binaurales ha servido como base para probar cientos de métodos enfocados en tratamientos psicológicos, terapias cognitivas, conductuales, de salud mental, entre otras.
¿Cómo funcionan los tonos binaurales?
Imaginemos nuestro cerebro como lo que realmente es: una red hiperactiva llena de millones de conexiones que convergen y las responsables de hasta el más mínimo parpadeo que realizamos.
Esta fuente de actividad perpetua e instantánea funcionan de manera casi armoniosa y en su punto de mayor función, liberan electricidad que solo puede monitorear con un medidor especializado como el electroencefalograma (EEG), mismo que arrojará resultados en forma de ondas cerebrales.
Cuanto mayor sea la frecuencia de las ondas cerebrales, más alerta, despiertos o nerviosos nos sentiremos. Por el contrario, ondas cerebrales inferiores, nos colocarán en un estado de relajación, descanso o finalmente, sueño.
Es aquí donde los tonos binaurales entran en acción y hacen que alcanzar estos dos estados a través de la audición, sea mucho más fácil y placentero.
Al inicio hablábamos de cómo los tonos binaurales se consideran ilusiones auditivas, y la razón de esto es simple: no solo percibiremos 2 sonidos en distintas frecuencias, sino también un tercero de una frecuencia casi imperceptible pero mucho más poderosa que la de frecuencias más altas.
Así, supongamos que escuchamos un sonido en nuestro oído izquierdo con una frecuencia de 130 Hertz (Hz). A su vez, en nuestro oído derecho escuchamos una de 120 Hz. En ese momento, nuestro cerebro, sincroniza de forma gradual la diferencia entre ambos sonidos, que en este caso sería de 10 Hz., transmitiéndola a la red neuronal y activando entre otras cosas, a la glándula pineal.
Ahora bien, no de todos los sonidos se pueden extraer tonos binaurales.
Para que funcione un tono binaural, las 2 frecuencias deben ser inferiores a 1000 Hz. Al mismo tiempo, la diferencia entre las ondas no pueden superar los 30 Hz. También es necesario escuchar los tonos por separado y es por ello que, en su mayoría, son sonidos trasmitidos a través de auriculares que dividen la frecuencia de los sonidos en derecho e izquierdo.
Los tonos binaurales hasta el momento, cuentan con miles de aplicaciones en la música (para afinar sonidos de instrumentos y ajustes acústicos) y también en la psicología, neurología, terapias auditivas, etc.
Diferentes frecuencias y sus efectos
5 tipos de ondas diferentes son las que componen nuestro cerebro, todas con un rango de frecuencias en las que operan correctamente y alteran o relajan nuestro estado de ánimo, capacidad de reacción, etc., e incluso han llegado a influenciar la percepción que tenemos de ciertos estímulos que recibimos del exterior.
Estas frecuencias cuyo descubrimiento y teorías se atribuyen al neurólogo y psiquiatra alemán Hans Berger, se miden como comentamos anteriormente, con el uso del electroencefalograma que a través del monitoreo de la actividad eléctrica cerebral, puede demostrar la influencia de cualquier agente externo (en este caso, de los tonos binaurales) en el funcionamiento neuronal.
Los tipos de frecuencias y sus respectivas fluctuaciones, se categorizan en:
1.- Frecuencia gamma
A partir de 40Hz. esta frecuencia es la encargada de darnos ese rush de energía que no encontraremos con frecuencias inferiores.
Pero al contrario de lo que se piensa pueden causar estas ondas, las frecuencias gamma estimulan la respuesta lógica del cerebro, por lo que estaremos preparados para resolver problemas complejos en segundos.
Un estudio realizado en el por la revista especializada en neurología Eneuro, reveló luego de exponer a 16 pacientes a distintas ondas gamma, que de hecho, los tonos binaurales sí tienen un efecto predominante sobre la función cognitiva. El estudio sin embargo, no pudo confirmar sus efectos sobre los estados de ánimo o reducción de la ansiedad generalizada.
En el siguiente podrás escuchar una compilación de frecuencias gamma:
2.- Frecuencia beta
Oscilan entre los 13Hz y 39 Hz y representan el estado más equilibrado de la actividad cerebral en el ser humano.
Salir, comer, hablar, manejar, caminar, escuchar, responder al sonido de la bocina de un automóvil pidiendo paso, etc., son funciones que normalmente se pueden realizar en este rango de frecuencia beta.
Por ejemplo:
– 13 Hz: actúan como estimulante y regulador de las funciones básicas del cuerpo humano. Inhalar y exhalar, parpadear, poner un pie frente a otros, son normalmente el tipo de cosas que realizamos bajo esta frecuencia.
Claro que, a pesar de estar en un estado de aparente relajación, esta frecuencia también nos permite entrar en alerta tan pronto el cerebro envíe la señal.
– De 15Hz a 18Hz: en esta frecuencia, nuestro enfoque aumenta, nos volvemos más conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor y también acelera nuestra capacidad de respuesta ante ciertas situaciones.
– 18+ Hz: aquí nuestros sentidos se agudizan, somos capaces de retener información que leemos o escuchamos de forma rápida.
En el siguiente vídeo por ejemplo, se han agrupado una serie de tonos binaurales indicados para lograr mayor concentración a la hora de estudiar, o simplemente para mejorar la productividad en ciertas tareas que realicemos.
3.- Frecuencia Alfa
De 7 a 13Hz. estas frecuencias inducen un estado en el cerebro en el que la creatividad y la percepción alcanzan su punto máximo.
Según los resultados arrojados por pruebas de encefalografía, estos son los rasgos específicos de la frecuencia alfa y sus respectivos efectos:
– 5+Hz: son ondas que desde hace varios años han sido empleadas en tratamientos contra las adicciones, esto por la estado de relajación y satisfacción que inducen, mismo que buscan los especialistas inducir en sus pacientes, pero sin la necesidad de fármacos.
– 8 y 10Hz: este rango es el más utilizado para reducir el estrés y la ansiedad. De hecho, la terapia con tonos binaurales proponen este rango de frecuencias alfa, como el más óptimo para crear auto-consciencia sobre desequilibrios en la salud mental.
– 10 y 13Hz: un puente entre el consciente y el inconsciente, pero que no disminuye el estado de alerta de una persona.
Este rango más bien nos permite obtener un estado de consciencia tal, que podemos cambiar la perspectiva, reflexionar profundamente y encontrar soluciones de forma más clara.
Algunos ejemplos de tonos alfa:
4.- Frecuencia Theta
Las frecuencias Theta y Delta al ser las más bajas, son las recomendadas por la neurología para inducir un estado de relajación general.
Ideal para los problemas de insomnio, regular la frecuencia cardíaca, mejorar la respiración. Esta última ha sido aplicada exitosamente en los tratamientos de dolor crónico y otras condiciones como la artritis, etc., gracias a la cantidad de endorfinas que pueden liberarse durante la exposición a esta frecuencia y que actúan como analgésico natural.
– Entre 4 y 6Hz: en este rango podemos disfrutar de un estado de actividad pasiva en la que nos volvemos realmente consciente de todo, desde nuestra respiración, hasta otros estímulos externos.
– De 6 a 7Hz: la visualización y el pensamiento creativo encuentran su mayor punto en este rango, permitiéndonos: soñar vívidamente, memorizar lo que quiera que veamos, así como encontrar mayor equilibrio y estabilidad mental.
Tonos binaurales con frecuencia theta:
https://www.youtube.com/watch?v=-6bF2AwpBEc
5.- Frecuencia Delta
Finalmente, llegamos a la frecuencia más baja y una utilizada para inducir un estado de total relajación en el que los sentidos se adormecen para propiciar el descanso total de cuerpo y mente.
Por otra parte, este rango también ha sido utilizado para desarrollar la terapia musical neurológica, que utiliza como principal medio a la audición para tratar desórdenes en el sistema nervioso y que pueden prevenir condiciones como el autismo, accidentes cerebrovasculares, Alzheimer, enfermedad de Parkinson, etc.
https://www.youtube.com/watch?v=uYV5Cxzgix8
Beneficios de los tonos binaurales
Aunque existen opiniones encontradas en distintos campos científicos respecto a las ventajas de los tonos binaurales, sí se han comprobado que tienen múltiples beneficios en la salud mental y el funcionamiento cognitivo en general
Al inducir el mismo estado al que podríamos llegar con una meditación guiada pero más rápidamente, los tonos binaurales nos ayudan a:
- Maximizar el enfoque y la concentración
- Reducir el estrés.
- Disminuir los estados de ansiedad generalizada.
- Controlar la preocupación o el agobio.
- Aumentar la relajación y la calma.
- Aumentar la creatividad.
- Respirar mejor ayudando así a controlar dolores crónicos.
Mediante los tonos binaurales podemos calmar al hiperactividad cerebral, pensamientos aleatorios, estados de alerta, etc., esto a su vez mejora nuestra memoria a corto y largo plazo y previene el deterioro prematuro de las conexiones neuronales, mismas responsables de la aparición de Alzheimer y otras condiciones neurológicas.
Sin embargo, de todas sus aplicaciones, tal vez la que más destaca sea la realizada en estudios de salud mental.
En 2007, un estudio realizado por el Diario de Medicina Alternativa y Complementaria, expuso a 8 adultos con problemas de ansiedad generalizada a frecuencias delta durante 60 días consecutivos. Al final del estudio, más del 80% de los pacientes había controlado o reducido la ansiedad y mejorado su calidad de vida significativamente.
Para finalizar, los tonos binaurales deben verse más como un medio por el cual podemos encontrar un estado de relajación óptimo para lograr una mayor consciencia física y mental, y no como una cura absoluta para condiciones crónicas.
Si quieres probar este tipo de terapia, es recomendable buscar la asesoría de un especialista para sacar el mayor provecho y saber en qué frecuencia puedes alcanzar el nivel de relajación o concentración que estés buscando.
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