En algunos países existen comunidades tan apartadas del resto de la civilización que aún en la actualidad conservan costumbres de siglos pasados. El mundo está lleno de infinidades de culturas, idiomas, países, costumbres y personas. Pero, a pesar de esto existen grupos sociales que logran destacar en esa gran diversidad y darse a conocer por sus prácticas, características y creencias tan extrañas que sorprenden a todo aquel que desconoce su existencia.
Es difícil de creer que, en una sociedad dominada, casi en su totalidad por la tecnología, existan aún comunidades decididas a vivir bajo reglas sociales, económicas y culturales alejadas de todo aquello que para nosotros es normal. Forma de vestir, uso de los avances tecnológicos, comportamientos sociales, costumbres que van evolucionando con el tiempo son aspectos a los que la mayoría de las personas de cualquier país está acostumbrada. Pero, este no es el caso de la comunidad conocida como Amish, este pueblo parece haber quedado estancado en el tiempo, sus tradiciones son obsoletas y pertenecientes a siglos pasados.
El sitio web batanga.com describe las características más resaltantes de un pueblo que ha decidido vivir bajo sus propias reglas y costumbres, alejándose completamente de la intervención del resto del mundo.
Los Amish o menonitas son un grupo religioso y étnico, descendientes de inmigrantes alemanes y suizos, que a lo largo de los años se han asentado en países como Estados Unidos y Canadá.
Esta sociedad se basa en vivir sin opulencias y con las buenas costumbres. Su rechazo al mundo moderno llega al extremo de restringir el uso de ropa moderna, los automóviles, aparatos electrónicos como televisores, secadores de pelo, neveras y demás artefactos. No hacen uso del gas o la electricidad, por lo tanto, aún utilizan lámparas de petróleo para alumbrar sus noches. Estas manifestaciones de la modernidad se consideran malvadas y que atentan su modo de vida.
Los Amish viven bajo su propio código de conducta, son una sociedad pacífica que tratan de resolver los crímenes y ofensas mayores a través de un tribunal interno. Sus habitantes suelen prestarse constante apoyo ante cualquier necesidad, por lo que evitan completamente los enfrentamientos, la violencia. Es por esta razón, que los niños desde muy pequeños son educados para no pronunciar malas palabras que puedan herir los sentimientos de los demás o generar agresiones.
Las familias suelen ser numerosas, y las niñas son preparadas para las labores del hogar y el cuidado de sus hijos y esposo. Mientras que los niños reciben educación en las escuelas hasta los 16 años y es a esa edad en la que se les permite salir de su comunidad y conocer temporalmente las costumbres modernas y de esta manera poder decidir luego si quieren abandonar su comunidad.
Increíblemente, a pesar de poder adoptar y conocer en su totalidad el mundo exterior, el porcentaje de abandono es muy escaso.
Fuente: batanga.com
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