La muerte es una interpretación de cómo dejamos de existir. Para muchos este tema suele ser bastante delicado y lleno de enigmas que casi nunca son contestados con mucha lógica, porque en él intervienen aspectos religiosos que nos arropan a todos los seres humanos con convicción en algún credo.
En resumidas cuentas, la muerte es al fin de la vida…. Y a este respecto habría que contestar qué es la vida, porque pareciera que para entender la muerte, primero debemos identificar con claridad qué es la vida y cuál es su propósito. Sin embargo, como ese no es el tema principal en eta ocasión iremos mejor al grano o, por lo menos, eso intentaremos.
La muerte tiene una serie de interpretaciones que, como ya se ha dicho, están íntimamente ligadas a diversas posturas filosóficas y también científicas y metafísicas, en las que las personas conocedoras de una corriente del pensamiento desarrolla una hipótesis en virtud de una creencia muy arraigada en sí o simplemente se vale de datos científicos para justificar algunas razones por las cuales sucede la muerte y qué pasaría después de ella, tal como se evidencia en el siguiente vídeo.
En cualquiera de los casos, la muerte se origina con el simple hecho de que suceda la vida. A partir de ese momento, solo es necesario estar vivo para que la muerte ocurra. Claro que la muerte debe manifestarse o conducirse mediante varios tipos de morir, tales como la muerte natural, la muerte provocada o la muerte inducida por la misma persona, en este último caso por el suicidio. En todo caso, la muerte siempre representa el fin de todo pero el comienzo de algo nuevo para ese ser que ya no está más en el mundo terrenal.
Desde de vista filosófico, la muerte es un acto único e intransferible de persona a persona, dado a que la vida es un hecho individual. El caso es que la muerte llega siempre, a veces más rápido o a veces no tanto para las personas.
Suponer la existencia de una vida después de la muerte, es algo que se maneja con mucha fuerza en muchas religiones, y muchas personas prefieren creer que eso sea así a pesar de que no existan datos científicos que avalen tal suposiciones. Lo que no es menos cierto es que atravesar ese umbral que separa la vida de la muerte debe ser una experiencia llena de misterios y sensaciones muy fuertes para quien le toca dar el difícil paso de irse de este mundo material.
Fuente: Monitor fantasma
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