Esta es la historia que nadie te contó sobre el origen de la agricultura

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Sembrar o morir. Ese fue el lema de los primeros humanoides que decidieron dejar la vida nómada y asumir un modo de vida más sedentario, estableciendo un lugar fijo donde asentarse y arraigarse. La razón era sencilla, la caza era esporádica y poco rendidora a la hora de alimentar a las familias extendidas de las primeras etapas de la prehistoria.

Es así, como el hombre primitivo se dedicó a estudiar la regularidad y las causas de la aparición de plantas, flores y frutos, así como las propiedades y el sabor de todo aquello que brotaba de forma natural en la tierra con el fin de simularla. Esto representaba el nacimiento de los primeros principios tecnológicos: los principios de la agricultura.

Según el sitio web especializado, Profesor en línea profesorenlinea.cl, los arqueólogos y los historiadores coinciden que los homínidos iniciaron sus labores de cultivo hace ya más de 10.000 años, bajo el método de ensayo y error. Desde allí hasta la actualidad, la agricultura ha evolucionado a una velocidad tremenda, producto del aumento global de la población y su consecuente necesidad de alimentarla.

Es así, como hoy contamos con un importante número de disciplinas dedicadas al estudio de la siembra. También existe una poderosa infraestructura científica e industrial en torno a la agricultura como sistema productivo mundial, que ha contribuido a tener un mejor acondicionamiento y cultivo de las tierras, así como la mejoría de los procesos de recolección y distribución de la cosecha.

Los estudios sobre sociedades ancestrales revelan que el origen de la agricultura se remonta al Neolítico, segundo de la Edad de Piedra, cuando los errantes seres humanos que poblaban la tierra vieron la necesidad de establecerse en un solo lugar para sobrevivir. Esto, representaba un abandono del sistema de producción basado en la casa y la recolección, en tanto que la adopción de la técnica del pastoreo de animales, la confección de tejidos, la modelación de cerámica y la producción de alimentos en las tierras.

Los datos registrados, sugieren que los primeros espacios cultivados del planeta se encontraban en el Oriente Medio y la península Balcánica, aunque la agricultura poseía un desarrollo especial es diversas civilizaciones, como la china, la hindú, la egipcia y la mesopotámica. Sin embargo, en algunas de ellas seguían prevaleciendo algunas actividades propias del estilo de vida nómada, como la pesca o la recolección de frutos silvestres. Por ello, no es extraño que ciertas sociedades actuales sigan aún manteniendo sus economías a través de la recolección de tubérculos comestibles, miel y setas, entre muchos otros alimentos.

Fuente: profesorenlinea.cl

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